Cómo saber si estás caminando hacia tu bienestar espiritual
Carlos Castaneda, en sus conocidas obras sobre la sabiduría de los pueblos originarios, presenta a don Juan Matus, un chamán que repetidamente insiste en elegir un camino con corazón. Pero aunque esta frase suena profunda y sabia, muchos nos preguntamos: ¿cómo saber cuál es ese camino?
No basta con seguir lo que parece correcto desde fuera. El corazón lo sabe, pero primero hay que aprender a escucharlo.
El cuerpo como brújula espiritual
Durante mucho tiempo, me costó entender esta enseñanza. Al mirar hacia atrás, vi que algunos caminos me regalaron momentos de plenitud, mientras que otros me dejaron vacío, ansioso o simplemente perdido.
¿Por qué? Porque no sabía que existían caminos con corazón. Y al no saberlo, elegí desde el ruido externo, desde la mente, el miedo o la costumbre.
Hoy comprendo que el cuerpo nos advierte cuando algo no es sano para nosotros. Las señales de incomodidad física y emocional son la manera en la que nuestra sabiduría interna nos dice: “Este no es el camino”.
“Como bien señala el Dr. Gabor Maté, el cuerpo no miente; esta idea resuena con la sabiduría de don Juan, para quien el cuerpo es una brújula esencial en el camino espiritual.”
Cómo reconocer un camino sin corazón
Al comenzar a andar cualquier sendero —sea una relación, un trabajo, una decisión de vida—, presta atención a tu cuerpo:
- ¿Sientes pesadez en el pecho?
- ¿Te cuesta dormir o respirar con tranquilidad?
- ¿Hay una sensación persistente de malestar físico o emocional?
Estas no son coincidencias. Son avisos del cuerpo, que como un guía ancestral, intenta llevarnos de vuelta al equilibrio.
Por el contrario, cuando elegimos un camino con corazón:
- El cuerpo se relaja.
- La respiración fluye sin esfuerzo.
- Hay ligereza, claridad y energía.
La sabiduría ancestral ya lo sabía
Las culturas ancestrales entendían esto profundamente. Conectados con la naturaleza, con sus cuerpos y con su entorno, sabían que la salud y la espiritualidad van de la mano.
Más allá de la exactitud literal de los relatos de Castaneda, su mensaje resuena con una verdad espiritual universal: cuando dejamos de escuchar al mundo externo y nos enfocamos en lo que sentimos realmente, comenzamos a reconocer el camino correcto.
Sal del camino equivocado a tiempo
A veces, seguimos un sendero que claramente no se siente bien. Lo justificamos. Lo racionalizamos. Pero ignorar esas señales solo agrava las cosas. El cuerpo acabará reaccionando: con estrés, fatiga, enfermedades o bloqueos emocionales.
La clave es simple pero poderosa: nunca algo verdaderamente bueno para ti causará incomodidad profunda de forma constante.
Si el cuerpo grita, detente. Escucha. Observa. Porque hay un camino con corazón esperándote para ser transitado. Y ese camino, aunque no siempre sea fácil, te hará sentir vivo, alineado y en paz.
Reconecta contigo en la soledad consciente
En momentos de confusión, la soledad puede ser el espacio sagrado donde el alma vuelve a escucharse a sí misma. Alejarse del ruido y sumergirse en el silencio de la naturaleza es una forma ancestral de volver al centro.
El camino con corazón, según don Juan, no es siempre el más fácil ni el más cómodo, pero sí es el único que nos conduce a la auténtica libertad y a la verdad interior. Este viaje personal de autodescubrimiento requiere valentía, presencia consciente y la capacidad de escuchar profundamente a nuestro cuerpo y espíritu. Solo así podemos alejarnos de los senderos que nos desvían y caminar con integridad hacia nuestro verdadero ser.
Si estás buscando una guía para encontrar claridad en esos instantes de retiro, te invito a leer este artículo que te ayudará a descubrir la fuerza espiritual que habita en tu soledad y a elegir un camino con corazón.