¿Qué no es el Hoodoo?

Comprender qué es el Hoodoo implica también entender claramente qué no es. Existen muchas confusiones debido a sus raíces afroamericanas y su práctica espiritual, pero el Hoodoo tiene una identidad única que no debe mezclarse con otras tradiciones esotéricas o religiosas.

Hoodoo no es Umbanda ni espiritismo kardecista

Aunque comparten elementos espirituales, el Hoodoo y la Umbanda se desarrollaron en contextos muy diferentes. La Umbanda, originada en Brasil a inicios del siglo XX, surge como respuesta sincrética entre el espiritismo kardecista, el catolicismo popular y las religiones africanas. Se caracteriza por la incorporación de entidades espirituales específicas, como exus, caboclos y pretos velhos, que actúan en rituales mediúmnicos.

En cambio, el Hoodoo no estructura su práctica en la incorporación de espíritus específicos, ni en jerarquías espirituales definidas. Si bien se valora la conexión con los ancestros, el enfoque está puesto en la energía natural, la herboristería, los rituales cotidianos y el poder personal, sin necesidad de trances ni canalización espiritual.

Hoodoo no es un culto a Orixás, Inquices o Voduns

Es común confundir al Hoodoo con religiones afroamericanas como el Candomblé, la Santería, el Voodoo haitiano o el Palo Mayombe, dado su origen africano común. Sin embargo, el Hoodoo no rinde culto a deidades o energías divinizadas como los Orixás, los Inquices o los Voduns.

Mientras que esas religiones tienen rituales iniciáticos, altares dedicados, jerarquías religiosas y sistemas teológicos definidos, el Hoodoo es una práctica popular, individual y no estructurada, centrada en la magia práctica y el trabajo con raíces, rezos, velas y objetos de poder.

Hoodoo es profundamente cristiano en su origen. No busca divinizar energías ni incorpora politeísmo. Su marco espiritual reconoce a Dios, a Jesucristo, al Espíritu Santo y a los antepasados familiares como guías y protectores.

Hoodoo no es Wicca

La Wicca es una religión neopagana moderna nacida en Europa, formalizada en la década de 1950 por Gerald Gardner. Su sistema incluye la adoración a una Diosa y un Dios, el seguimiento de ciclos lunares y estaciones, y un enfoque ritual ceremonial.

En cambio, el Hoodoo no tiene panteones, no sigue el calendario pagano ni se basa en la adoración de la naturaleza como una deidad. Utiliza elementos naturales, sí, pero como herramientas energéticas y espirituales, no como objetos de culto. Además, el Hoodoo se transmite oralmente dentro de comunidades afroamericanas, sin necesidad de iniciaciones ni grados, y su práctica se adapta a las circunstancias de cada persona.

¿Por qué se suele confundir el Hoodoo?

Las confusiones vienen, principalmente, por la tendencia a agrupar todas las prácticas afroamericanas bajo un mismo paraguas espiritual, como si fueran homogéneas. Esto es tan erróneo como decir que católicos y protestantes son lo mismo por ser cristianos, ignorando sus diferencias profundas.

El Hoodoo es una práctica viva, popular y sin dogmas, nacida de la resistencia cultural de los afrodescendientes en los Estados Unidos. Combina magia práctica, sabiduría ancestral, cristianismo popular y conocimiento de la naturaleza. Es un camino que honra la autosuficiencia espiritual, el uso de recursos cotidianos y el legado de los ancestros.