Misterios y energías de estancia La Aurora

Desde hace más de cuatro décadas, la estancia La Aurora en Uruguay se ha convertido en un lugar lleno de enigmas y fenómenos inexplicables que atraen a curiosos, investigadores y buscadores espirituales. Las historias de luces extrañas, marcas en el suelo y avistamientos que desafían la explicación científica, hacen de este sitio uno de los espacios más misteriosos y energéticos del país.

Historia de las primeras manifestaciones luminosas

En 1976, comenzaron a registrarse las primeras apariciones luminosas en el cielo sobre La Aurora. Vecinos y visitantes vieron luces tan potentes que, según relatos, herían la vista y se movían de forma inusual, ascendiendo y descendiendo en el aire. Al día siguiente, el suelo presentaba marcas extrañas: el pasto parecía quemado sin señales de fuego, alambrados estaban dañados, y un imponente ombú mostraba un gran hueco perforado en su centro. Curiosamente, pequeños animales que entraban en ese agujero nunca volvían a salir, y sin emitir olor alguno, aparecían disecados.

Un campamento militar y hechos que no se explican

Ese mismo año, tres árboles caídos señalaban un lugar especial en la estancia. Poco después, un regimiento de soldados llegó de Montevideo para acampar junto al río Daymán. La noche que pasaron allí quedó envuelta en misterio, pues tras esa experiencia abandonaron el lugar sin revelar lo que vivieron. Esta historia sigue alimentando el aura enigmática que rodea a La Aurora.

Investigaciones oficiales y explicaciones científicas

La Comisión Receptora Investigadora De Denuncias OVNI (Cridovni), dependiente de la Fuerza Aérea, estudió los informes sobre fenómenos extraños en la zona. Su conclusión oficial atribuyó los eventos a un rayo que causó quemaduras en árboles y animales. Sin embargo, un dato llamativo es que la noche en cuestión era clara y sin tormentas, lo que pone en duda la explicación científica.

Experiencias inexplicables y testimonios sorprendentes

Periodistas y visitantes han relatado sucesos extraños al intentar registrar imágenes o sonidos en La Aurora. Por ejemplo, el equipo de un programa televisivo en Salto no pudo filmar nada a pesar de tener baterías nuevas, las cuales misteriosamente se agotaban en cuestión de minutos.

Un albañil que trabajó en la estancia decidió no quedarse a dormir tras presenciar fenómenos que le causaron miedo, prefiriendo viajar todos los días en bicicleta desde la ciudad para evitar las noches en el campo.

Marcas y luces: señales de otro mundo

Acampantes han reportado hallazgos sorprendentes: huellas quemadas en el pasto sin ruido nocturno, luces de colores y bolas de fuego que se desplazan lentamente para luego ascender rápidamente y desaparecer. La sensación predominante entre quienes visitan La Aurora es una energía especial, un tipo de vibración difícil de describir pero que muchos pueden sentir.

El ingeniero Guido Bassler, ex presidente de la Asociación Argentina de Radiestesia, afirmó que la intensidad energética del lugar es comparable solo con la del cerro Uritorco en Argentina, conocido mundialmente por su misticismo.

Una esfera de fuego sobre el tajamar

Una de las historias más impactantes la contó el periodista Álvaro Izaguirre, quien junto a un grupo de amigos presenció una enorme bola de fuego que apareció sobre un tajamar cercano. La esfera iluminó el campo y luego se desvaneció en la oscuridad. El testimonio fue confirmado por otros testigos, quienes describieron la experiencia como impresionante y paralizante.

La visita del primer hombre en la luna

Se dice que Neil Armstrong, el astronauta que pisó la luna, visitó la estancia en más de una ocasión, no solo como turista, sino como alguien interesado en los fenómenos OVNI. Allegados aseguran que Armstrong compartió fotografías de objetos extraños y dejó en la casa donde se alojó un dibujo que representa seres supremos y el espacio, símbolos que reflejan su fascinación por lo desconocido.

Sectas y rituales: el lado oscuro de la mística

La fama de La Aurora ha atraído también a grupos religiosos y espirituales de dudosa procedencia que han realizado rituales de sanación y prácticas no autorizadas. La familia actual propietaria, evita hablar del tema para proteger la privacidad y preservar el respeto hacia el lugar. Además, rechazan que se mezcle la historia de La Aurora con los milagros de figuras religiosas como el Santo Padre Pío, ya que son realidades distintas.

Turismo espiritual y cuidado del entorno

En el pasado, se organizaron excursiones a La Aurora para visitantes interesados en el turismo espiritual. Sin embargo, la afluencia masiva también trajo problemas, como la contaminación y el deterioro del entorno natural. Por ello, actualmente el acceso está restringido para preservar su energía y belleza.

Un destino cercano para la conexión y el descanso

A pocos kilómetros de la estancia, el complejo termal Daymán ofrece una opción perfecta para quienes buscan descanso, bienestar y una experiencia espiritual en contacto con la naturaleza. Con servicios hoteleros, gastronomía local y ferias artesanales, es un lugar ideal para disfrutar en familia y conectar con las energías místicas que emanan de la región.